API

La interfaz de programación de aplicaciones o API (Application Programming Interfaces), por sus siglas en inglés, permite que el acceso y la transferencia de datos entre sistemas sea fácil y segura. ¿Por qué se habla tanto de las API? Porque permiten crear y modificar software generado por otros para tus propios propósitos. Al permitirte sobrescribir software existente, las API facilitan la creación de servicios web sin tener que escribir el código desde cero. ¿Te has preguntado alguna vez por qué puedes sincronizar archivos entre dispositivos? O cómo Instagram reproduce tus canciones favoritas de Spotify? De eso se encarga la API.

El desarrollo de API de sistemas permite: la separación de las interfaces de usuario basadas en la lógica de negocio, el desarrollo de múltiples interfaces y servicios de suministro de otros sistemas dentro de la organización. Partiendo de las API, puedes separar las capas y los componentes de una aplicación para facilitar el escalado y la distribución del sistema a través de varios sistemas, tecnologías y proveedores de servicios en la nube.

El diseño de las aplicaciones se basa en las API, gracias al trabajo en paralelo con los diferentes equipos, lo cual reduce las dependencias de diferentes módulos y sistemas.

Un reto del ecosistema digital


El desarrollo de las API facilita la creación de sistemas de escala y su capacidad de integrar diferentes sistemas para ofrecer una mayor funcionalidad.

Partiendo de la composición que las API ofrecen a las organizaciones, estas pueden crear sistemas mediante la reutilización de otros sistemas y facilitar la delegación de tareas a otros sistemas y organizaciones.

 
La innovación es construir lo que somos capaces de imaginar