Internet of things

El IoT (Internet de las Cosas) se basa en coger objetos y conectarlos a Internet.

Con la aparición de los sistemas de comunicación inalámbrica (Wifi, 3G, 4G, 5G, radiotecnologías), disponemos de nuevas conexiones que transfieran información y datos a través de código, sensores e interfaces sin necesidad de una interacción humano-humano o humano-máquina.

El Internet de las Cosas facilita el desarrollo de sistemas distribuidos más eficientes. Desde las ciudades y los aeropuertos hasta las fábricas y rutas de comunicación, permite la interacción con los usuarios mediante sensores. Por medio de la transferencia de datos y la ejecución de tareas, el Internet de las Cosas permite rastrear los problemas hasta su origen y recoger datos más precisos. Sus aplicaciones son infinitas:

  • Desarrollo de modelos de negocio asociados a estos sistemas.

  • Diseño, fabricación e implementación de diferentes dispositivos.

  • Diseño, creación y operación de sistemas que recogen y procesan información y el desarrollo lógico de la acción.


Un reto del ecosistema digital


Gracias a las ventajas de los nuevos dispositivos, las empresas y las organizaciones ahora pueden:

  • Desarrollar o mejorar nuevos modelos de negocio

  • Desarrollar nuevos procesos y simplificar los existentes gracias a nuevos métodos (por ejemplo, proveer reposición automática de stock para un supermercado)

  • Adquisición de datos en tiempo real con un coste reducido para los procesos empresariales

  • Automatización de actividades